El 'bullying' se viraliza en la Internet

La culpa no es de la Internet. El 'bullying' únicamente usa la popularidad de las plataformas tecnológicas para cumplir su objetivo: acosar. El ciberbullying es un término inglés que se usa para englobar el acoso a través de mensajes de SMS, redes sociales, chateo, correo electrónico y sitios web. Roberto Martínez, analista de 'malware' para Kaspersky Lab en América Latina, se refiere al ciberbullying como una forma de amenazar, avergonzar, intimidar y criticar a una persona a través de los medios tecnológicos. La masificación de este comportamiento negativo en la Red responde a la facilidad de anonimato. Martínez explica que la facilidad con la que alguien puede crear un perfil falso en una red social y la posibilidad de ocultar el origen de una conexión hacen que personas malintencionadas usen la tecnología como un medio ideal para conseguir sus fines. En Ecuador el ciberbullying no es una excepción. Todo lo contrario, se masifica paulatinamente por el incrementado de consumo de las plataformas tecnológicas. El 35% de la población consume la Internet activamente y el 81,7% de hogares posee al menos un teléfono inteligente. Según el último reporte del Ministerio de Telecomunicaciones y el Instituto de Estadística y Censos (INEC) en el 2012, el 64,9% de los ecuatorianos entre 16 y 24 años usan la Red, seguido del 43,2% de 25 a 34 años con el. Mientras que ecuatorianos entre 5 a 15 años cuentan con el mayor acceso a las computadoras, con el 55,2%. Un estudio realizado por Programas Educativos Psicología y Salud (Proeps), con estudiantes de centros educativos de Pichincha, revela que 252 de 700 mujeres (36%) entre octavo de básica hasta tercero de bachillerato han sido acostadas por Internet. También, 171 varones de 500 (31%) afirmaron ser víctimas de ciberbullying. Napoleón Vásquez, director de Proeps, recalca que la principal plataforma de ataque es Facebook. En el Ecuador y según el portal estadístico Alexa, esta red social es la página más visitada por los ecuatorianos y el portal más popular. Vásquez dice que en esta y las demás plataformas tecnológicas, el acoso tiene connotaciones sexuales o enfatiza chistes pesados y chantajes. Además, el ciberbullying no se limita a un rango de edad específica, pero dependiendo de la edad el tipo de acoso varía. El director de Proeps explica que en los niños el ataque es verbal, escrito y, como consecuencia, maltrato físico en la escuela por parte del acosador. Hasta los 13 años, el chantaje está enfocado en solicitudes amenazantes para cumplir deberes escolares, pedir dinero u objetos a través de Internet. Según Vásquez, hasta esta edad es común que el atacante se aproveche de personas tímidas, que vinieron de otras escuelas, que repitieron el año escolar o que cuentan con alguna característica física o ideológica en particular. En los adolescentes, el acoso es sexual. Vásquez cuenta que en una ocasión un chico filmó las partes íntimas de una compañera de colegio y difundió el video por correo electrónico a sus amigos de curso y familiares. ¿La razón? La muchacha no aceptó ser su pareja. En el caso de los adultos, el chantaje es emocional y sentimental. El analista de 'malware' para Kaspersky Lab en América Latina aclara que cuando se trata de un adulto, el término correcto es ciberacoso, en que los adultos son víctimas de extorsiones emocionales a partir de experiencias íntimas o personales con el atacante en la Red. El Observatorio Web por una Internet sin Discriminación publicó, a inicios de este año, un informe de la Unicef, en que se detalla que las redes sociales son las plataformas más vulnerables para el ciberbullying porque, a través de ellas, el usuario incorpora múltiples posibilidades de comunicación como publicaciones de perfil, chat, videos, fotografías, aplicaciones de juegos, preguntas o encuestas. ¿Cómo impedir el ciberbullying? Fernando Catoira, analista de seguridad de la firma de seguridad informática ESET, explica que, en el caso de los niños, los padres pueden adoptar Control Parental. Es decir, configuraciones en el equipo que restrinjan el acceso a ciertas páginas en la Internet y controlen las horas de consumo. En el caso de los teléfonos inteligentes y correo electrónico, se puede bloquear a números y direcciones de personas sospechosas. Los adultos, con una madurez formada, no deberán hacer caso de estas insinuaciones, pero sí se recomienda guardar la evidencia. El analista de 'malware' para Kaspersky Lab en América Latina dice que los mecanismos de acción para impedir el acoso en Internet son limitados porque la Internet está al alcance de cualquier persona. No se puede evitar que alguien mande un mensaje de correo a otras personas o que publique información en un blog. Lo que sí se puede hacer es aplicar buenas prácticas (ver puntuales) que ayuden a minimizar el riesgo de convertirse en víctima y así reducir las estadísticas. Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas, al menos el 50% de los jóvenes latinoamericanos ha sido víctima de acoso por Internet. En Ecuador, un estudio del Observatorio de la Niñez y Adolescencia del 2010 mostró que más del 60% de los niños o adolescentes ecuatorianos ha sido víctima del ciberbullying. Buenas prácticas Es recomendable que los padres hablen con sus hijos y aconsejen no agregar información personal en Internet ni hacer contacto con personas desconocidas. La confianza del hijo al padre se construye hasta los 4 años. Es necesario inculcar respeto hacia las otras personas que interactúen en línea. En ocasiones, el ciberbullying puede ser un efecto secundario de algún chiste sin importancia. No es obligación que los niños y adolescentes entreguen las contraseñas de sus teléfonos y redes sociales a los padres. El conocimiento del 'password' debe ser evaluado y aceptado por ambas partes. Antes de dar por hecho el ciberbullying es aconsejable el diálogo con un especialista. Es necesario hacer una evaluación del problema, sin minimizarlo. No hay que responsabilizar a la Internet como culpable del problema. La queja sobre el medio o la prohibición de su uso no soluciona la situación.
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1 comentarios:
esta lectura nos da a entender que no es la culpa de la Internet porque cuando los agresores quieren hacer sentir mal estos utilizan cualquier medio para hacerlo, podemos evitarlo teniendo una buena comunicación con nuestros padres.
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